El pasado jueves fue día de concierto para Rock You Babe. Los chicos de Sutil nos invitaron a disfrutar de su actuación en la sala Juglar de la madrileña calle Lavapiés. Tocaban junto a Matuja, un grupo del que hasta ahora no habíamos oído hablar y que nos sorprendió gratamente.
Nos dirigimos allí tras un día un poco largo y pensando en el madrugón del viernes, pero salimos con ganas de quedarnos una hora más y pasar sueño al día siguiente. Fue divertido, fue inspirador y sobre todo, fue buena música. En cuanto a la sala, una acústica estupenda y un ambiente inmejorable en pleno centro de Madrid. Además, entre un grupo y otro lograron llenar el espacio disponible y sobre todo, consiguieron que el público -entre el que había bastantes amigos y conocidos de las dos bandas- se lo pasara en grande y les arropara con cada tema.
Un pequeño retraso inicial y unas cañas para hacer tiempo hicieron que nos perdiéramos el inicio de Matuja en el escenario, pero llegamos a tiempo para verles durante bastante rato. Nada malo que decir acerca de esta banda (con la que, por cierto, hemos descubierto que tenemos alguna amiga en común). Son muy prometedores y no solo hicieron un gran concierto a nivel técnico y vocal, sino que consiguieron que no dejáramos de sonreír. Hay una gran diferencia, para mí, entre ser músicos y ser artistas. Estos chicos, que van camino de lo segundo, son grandes y tienen un potencial enorme. Recordad su nombre.
Los podréis encontrar en matuja.es o en su página de Facebook. Además, fuimos las orgullosas ganadoras de una caja de cereales que sorteaban… Sí, sí, cereales. Ya os he dicho que eran tíos grandes.
Y ahora sí, llegamos a Sutil. Merecen mención especial porque fueron los que nos invitaron y porque se marcaron una actuación espectacular. Iban sobrados de ritmo, ganas y talento. No sólo lograron que la gente se implicara, sino que hicieron que el público saltara, bailara y coreara muchas de las canciones. Hubo cambios de vestuario, muchas bromas, una probeta con vino que pasaron entre los asistentes… Vamos, lo que se dice «darle al público lo que quiere» pero literalmente. El cantante, con un gran don de palabra, fue además un maravilloso maestro de ceremonias. En cuanto a su música, la definen ellos mismos como rock funkero y ya os digo, si me permitís rejuvenecer mi lenguaje, que mola -¡y mucho!-. Son diferentes y vienen con ganas de comerse el mundo. Desde luego, si siguen así, llegarán donde quieran.
Los de Sutil dicen en su página de Facebook que están preparando su segundo EP y los de Matuja hacen lo propio refiriéndose, en su caso, al primero. Así que, amigos, estad atentos, que vienen curvas.
Gracias por una gran noche!