Hace un mes, Rulo y la Contrabanda publicaban su nuevo trabajo, «El Doble de tu Mitad«, un disco esperadÃsimo que, como en anteriores ocasiones, ha cumplido con las expectativas de sus muchos seguidores.
Compuesto por 11 canciones y editado por Warner, el álbum llega cargado de melancolÃa, esperanza y dudas, con ese toque agridulce de cualquier historia de amor que el de Reinosa sabe reflejar a la perfección en cada una de sus composiciones.
Se abre paso con «Tu alambre«, un tema que ya habÃa dado a conocer durante el verano en alguna de sus actuaciones, en lÃnea con sus trabajos anteriores y que apunta a ser de los más recordados.
Le sigue «Me gusta«, que ha elegido como primer single y también para el primer videoclip. Una canción fresca y profunda, con un sentimiento tan intenso como sencillo, que explica lo cotidiano con ejemplos concretos y precisos que harÃan a cualquiera sentirse identificado.
A continuación, «Me quedo contigo«, una preciosa canción en la que Rulo imprime su sello personal y que se presenta como una de las mejores del álbum. En cuarto lugar, «32 escaleras«, que también habÃamos escuchado antes del lanzamiento y que se caracteriza por un ritmo rápido y un estribillo muy pegadizo.
Y llegamos a «Noviembre«, la pista más lenta del álbum, que logra sumirnos en una tristeza tan grande como mágica. Es la que definirÃa, sin duda, como canción-pelÃcula, término que en su momento utilizó el artista en una entrevista que mantuvimos y que define a esos temas en los que puedes imaginar toda la historia en tu mente a medida que vas escuchando la letra.
La sexta es «Objetos Perdidos«, una de las mejores canciones del disco a mi entender. Tiene fuerza, ritmo, mensaje, una cadencia perfecta y un estribillo de los que se graban a fuego.
Justo después, «La Flor II – 4 Estaciones«, segunda parte de uno de los temas más conocidos de la etapa del artista fuera de La Fuga, que recupera la esencia de aquella pista esencial de la discografÃa del cántabro.
El siguiente corte es «M«, en el que Raúl Gutiérrez hace una perfecta descripción, con tanto detalle y cariño que apenas hace falta imaginar a la musa inspiradora. Un tema bonito, de buenas maneras y excelente sencillez, que nos acompaña hacia el tramo final.
Y aquà hace acto de presencia «Mi vida contigo era un blues«, toda una declaración de intenciones con tono alegre y desenfadado.
«La reina del barrio» es un tema pausado, que nos hace pensar y nos deja con un sabor agridulce. De la misma manera, «DÃas dorados» nos trae de vuelta al Rulo más triste y melancólico, que hacia la mitad de la canción recupera su fuerza y su garra.
En definitiva, un disco marca de la casa en el que el cántabro nos regala de nuevo un trocito de su yo más profundo, sacado de lo más adentro de sus entrañas.