Apenas quedan un par de días para la publicación de ‘Solo quiero brujas en esta noche sin compañía’, el último trabajo de El Drogas. Editado por Warner Music, se compone de un total de cinco discos, cada uno con un enfoque y una musicalidad distintos.
Enrique Villarreal ha elaborado con mimo las 42 canciones que forman parte de esta obra de arte, en la que podemos encontrar tanto las melodías más rockeras y afiladas como los temas más íntimos y personales.
En ella, explora nuevas formas de expresión y lo hace con la elegancia y la tranquilidad del que sabe lo que hace. Su extensa experiencia lo avala y un proyecto de este tipo se convierte en oro en sus manos.
‘Timbre Acústico‘ es un álbum de letras potentes y muy bien construidas, que brillan con su tono acústico. Un disco que demuestra que no hacen falta juegos de artificio para sacar todo el jugo a temas como estos.
Por su parte, ‘Timbre Oxidado‘ nos echa en la cara algunos temas «incómodos» que es necesario enfrentar, y lo hace de manera directa y contundente, sin ambages, con ese estilo áspero y rasgado que ya nos es tan familiar.
El tercer disco, ‘Timbre canalla y de bullanga‘, tiene un cierto aire tabernero, cabaretero, e incluso gamberro. Mientras, ‘Timbre Fundido‘ está inspirado en los personajes de circo, adoptando las canciones la forma de relatos cantados.
Por último, ‘Timbre Equivocado‘, un canto al amor por parte de El Drogas. Bellas poesías hechas canción que no revisten unidad pero conforman algo único.