La Federación de la Música de España no ha tardado en pronunciarse sobre las medidas del Gobierno para apoyar al sector cultural por la crisis del coronavirus.
En su opinión, estas muestran un claro desequilibrio en el tratamiento de la industria de la música respecto a otros sectores de la cultura, pues no se ha contemplado la aplicación de la causa de fuerza mayor para permitir una gestión ordenada de la cancelación y aplazamiento de eventos, o la la devolución del importe de las entradas llegado el caso.
Asimismo, se excluye al sector en aspectos como el tratamiento del Impuesto de Sociedades o del IVA, la concesión de subvenciones directas para las salas de conciertos. Tampoco se le ha tenido en cuenta para la ampliación de los períodos de las medidas que permitan atender la reducción de ingresos por derechos de propiedad intelectual de ejercicios venideros.
No obstante, la Federación seguirá colaborando con la Dirección de Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música, y con la Dirección General de Industrias Culturales, Propiedad Intelectual y Cooperación, con el fin de lograr la aprobación de medidas específicas y urgentes.
Valoración de medidas presentadas
Además, considera positiva la medida anunciada en materia de desempleo para los artistas, pero solicita que se adopten mecanismos que incluyan a todos los artistas y, que se extiendan a todas las personas que trabajan en la cadena de valor de la industria de la música, como profesionales, técnicos especializados dedicados a la producción, servicios de logística, marketing, ticketing, transportes y medios técnicos y personal de salas de conciertos, discográficas, estudios de grabación, editoriales, promotores y organizadores, entre otros.
Igualmente, considera importante la creación de un fondo de compensación económica para otorgar una renta básica temporal a los autores, productores, músicos y profesionales por cuenta propia de la industria musical que se enfrenten a necesidades ante la paralización de su actividad. Y también para aquellos autores, productores, músicos trabajadores por cuenta ajena y profesionales cuya actividad se realiza mayoritariamente por contratos de obra y servicios que no se van a llevar a cabo.
Respecto a las líneas de financiación para las empresas del sector cultural y la inclusión de una línea específica para la industria musical, espera que la distribución se realice de forma equilibrada y que llegue a cubrir a todas las tipologías de actividad del sector musical.
Por último, consideran positiva la medida en relación a los eventos musicales suspendidos o resueltos con las Administraciones Públicas, consistente en acordar un abono al contratista hasta un 30%, si bien debería tenerse en cuenta la parte correspondiente a las Entidades de Gestión de Propiedad Intelectual.